Mi lista de blogs

jueves, 7 de junio de 2012

Peligro: Chinchetas metálicas


En estos últimos días he observado algo muy curioso: Tras jugar con la pelota a base de carreras por todo el comedor y el pasillo, la coge con los dientes (cosa muy fácil al ser de goma blanda) y la lleva al comedor, a mi lado. Luego se tumba en el suelo un rato a descansar. Si tras unos pocos minutos yo no se la he tirado lejos para que corra tras ella, es ella misma la que se levanta y se abalanza hacia la pelota, golpeándola con fuerza. A veces un cacahuete, una pipa, o un tapón de botella, hacen los efectos de una pelota.
Lo malo es cuando el objeto puede ser peligroso o muy peligroso para jugar con él.
Sofy, descansando tras jugar con la pelota.
Estaba jugando, correteando por el comedor tras lo que supuse que era una pipa, por lo pequeño que era el objeto. Pero de pronto percibí un sonido metálico muy débil. Acentué mi atención y creí observar que Sofi estaba jugando con una chincheta de metal.
Antes de que pudiera levantarme a recogerla, observé que tras un zarpazo infortunado, se la había clavado o adherido a la zarpa. Flotó y flotó con la lengua hasta que la chincheta se desprendió y cayó al suelo. La recogí y la arrojé a la basura.
Algo más tarde examiné la zarpa de Sofi, no encontrando evidencia alguna de pinchazo. Afortunadamente sólo se la había incrustado entre las almohadillas de la zarpa.

Al día siguiente, mientras estaba trabajando en la mesa del ordenador, la vi jugando tras la papelera con un pequeño objeto. ¡Era otra chincheta! Rápidamente la separé de su peligroso juguete y me deshice del mismo.
En menos de 24 horas había localizado dos chinchetas perdidas, al menos una de las cuales llevaba meses sin ser visible a mis ojos, posiblemente bajo la mesa del ordenador, tras una rendija de una altura tan mínima que muy difícilmente podía albergar la zarpa de Sofi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario