Normalmente los
gatos no hacen caso a la pantalla de TV, salvo que se emita algún sonido que
“dañe” sus oídos o haya movimientos de objetos que interprete son lanzados por
los dueños.
Durante unas
pocas semanas, teniendo mi anterior mascota unos tres meses de vida, la llamaba
la atención las figuras que salían por TV, al igual que si de repente se
encontraba frente a un espejo: Intentaba tocar lo que aparecía en el cristal.
Pero pronto dejó de llamarla la atención, supongo que la razón era que las
imágenes no olían a nada. Eso, el rápido desarrollo del sentido del olfato, fue
sin duda la causa de su breve interés por las imágenes de la TV, al igual que por lo
percibido al otro lado de los espejos.
Un día,
mientras estaba cambiando de canal para ver que emitían por la TV, me paré un rato en el Canal
Interactivo. Observé que Sofy dejó de sestear y clavó sus ojos en la pantalla.
Poco después se incorporó y se acercó al mueble que portaba la
TV. Saltó hacia la base de la TV y movió su cabeza una y otra
vez intentando seguir con la vista las esferas que no dejaban de moverse en la
pantalla. Era el anuncio de un nuevo canal, anuncio que se repetía una y otra vez,
como un bucle infinito. Al final del anuncio se abría un agujero en la parte
inferior de la imagen que engullía el resto de la pantalla.
La tercera vez
que Sofy saltó al lado de la pantalla intentó coger las esferas móviles con sus
zarpas, una y otra vez, sin éxito. Luego, al final del anuncio, intentaba meter
su zarpa en el agujero virtual que se formaba. Afortunadamente las pocas veces
que lo ha hecho no ha sacado sus uñas, con lo cual no me ha podido raspar ni
dañar la pantalla de la TV.
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