Según los
expertos en el gato:”Su olfato es 14 veces más sensible que en
los humanos, si bien está menos desarrollado que en los perros. Este es un
sentido que utilizan para comunicarse, no para cazar. Es más probable pensar
que nos reconocen más por el olfato que por la vista. Un gato posee doscientos
millones de células olfativas, 40 veces más que el hombre. Pueden saber quien
ha estado en una habitación y cuando se ha ido sólo olisqueando el aire”.
Sofy olisqueando una posible presa en la ventana. |
Los gatos huelen perfectamente las proteínas de carnes y
pescados. Si se está cocinando carne o pescado, el gato no tarda en aparecer
por la cocina para intentar ser invitado, al contrario que si se cocina patata,
berza, legumbres,…
En el extremo
opuesto también funciona muy bien su agudo olfato. El humo de un cigarrillo, la
cáscara de un limón o naranja, las burbujas de una coca-cola, son elementos muy
eficaces para ahuyentar a un gato de un lugar.
Que se quema
el aceite de la sartén y no te das cuenta… ¡Tranquilo! Antes de que el humo
empiece a invadir el pasillo, el gato se habrá despertado de su letargo, habrá
saltado al suelo y se habrá puesto a maullar delante de la cocina con un “miau”
muy diferente a lo escuchado hasta entonces. Eso ocurrió con mi anterior
mascota, un día que se dejó la sartén con algo de aceite sobre la placa eléctrica
de la cocina; apagada sí, pero con calor residual.
La razón por la que un gato deja de interesarse por las imágenes que salen en la TV o en un espejo se debe, sin lugar a dudas, a que dichas imágenes no huelen, carecen de olor.
He leído que hay una
hierba perenne de la familia de la menta, que les causa una
reacción asombrosa: "Al
olerla se frotará, rodará sobre sí mismo, pataleará y estará
fascinado durante varios minutos". No tiene efectos secundarios negativos para su salud. Se emplea como complemento de los rascadores,
para que se acostumbren a usarlos.
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