Lo siguiente es un resumen del interesante spot encontrado
en Genial.guru sobre algunos, no todos, comentarios de la zoopsicóloga Marina
Zherebilova en su cuenta de Instagram. Si les gusta este resumen les insto a
leer el mencionado spot.
En una situación donde la necesidad del gato no puede ser total
o parcialmente satisfecha, nos encontramos ante un momento de frustración. Tres
ejemplos: Al jugar con un láser privamos al felino de experimentar euforia ante
el logro de cazar a la presa; si se le obliga al ayuno antes de hacerse unas
pruebas o intervención, al estar acostumbrado a recibir comida en un momento
concreto; o si se cerró la puerta donde se encuentra su bandeja sanitaria, al no
comprender por qué no puede ir a hacer sus necesidades.
Cualquier acción que conduzca a consecuencias negativas
provoca lo que se conoce como indefensión aprendida. Por ejemplo, cuando tras
un corto tiempo dejamos de jugar con el gato, sin más, para dedicarnos a
nuestros asuntos; lo que para un gato es un castigo que no entiende, ya que
todo iba bien.
El apetito del gato es también un indicador de su
estado psicológico. Puede haber un estrés agudo tras mudarse a un nuevo lugar de residencia, lo que hace que el gato coma poco o
nada. Puede haber un estrés crónico, típico en los gatos con trastornos de
ansiedad, por miedo a otros animales, a personas o al entorno. Puede haber un síndrome
bulímico, tragando grandes cantidades de alimento que luego vomita.
El gato, a menudo, experimenta ansiedad y preocupación por
el contacto físico con los humanos. El mayor estrés lo experimentan los gatos
que permiten que se les acaricie cuando esto no les gusta.
La pica es el deseo de comer objetos no comestibles. Puede
ser por falta de nutrientes en su dieta o desequilibrio de minerales; puede presentar
parásitos que le generan anemia; o puede tener leucemia.
¿Qué hacer si el gato está enloquecido? No trates de sujetar
al animal agresivo para calmarlo. Existe un término que se denomina estado
afectivo; al estar inmerso en él, tanto los humanos como los animales no se dan
cuenta de nada, por lo que puedes sufrir lesiones graves. Envuelve al animal en
una prenda, no le hables ni grites, lo aíslas envuelto 15 minutos en una
habitación oscura, y luego lo sueltas en un entorno agradable, donde lo que
causó la agresión esté fuera de su “radar”.