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lunes, 25 de noviembre de 2019

El laberinto del gato de Angora




El Manul o gato silvestre de Pallas, habita en las estepas de Mongolia, Siberia y el Tíbet, y su abundante pelaje le protege del excesivo frío y viento. Lo más probable es que por hibridación del Manul con gatos domésticos rusos surgieran los antepasados de las razas de gatos Persa y Angora, con el gen responsable del pelo largo, que se desplazaron a Persia (actual Irán) y a Turquía respectivamente, donde se asentaron.

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El gato Angora fue descubierto en Angora (actualmente Ankara), en Turquía. Fue el primero de los gatos de pelo largo en llegar a Europa, en 1614-1626, de la mano de un naturalista italiano Pietro della Valle. El francés Nicholas-Claude Fabri los crió a partir de ahí, y se llevaron algunos gatitos a Inglaterra, donde fueron conocidos como “gatos Franceses“. No eran sino los originales Angoras Turcos.


Un gato Angora Turco

Unos años más tarde, también en el siglo XVII, se descubre al gato Persa, con los primeros ejemplares importados desde Persia (actual Irán) a Italia; y luego distribuido por el resto de Europa.

Los gatos provenientes de Persia eran grises y los de Turquía blancos.

Cuando el gato Persa llegó a Europa el Angora y el Persa fueron apareados indiscriminadamente, el Angora perdió popularidad y a principios de 1800 estuvo al borde de la extinción en Europa. Después del año 1900, el único gato de pelo largo reconocido de forma oficial por GCCF, en Inglaterra, fue la raza Persa. Si no lo hubiesen conservado en el zoológico de Turquía, podríamos haber perdido esta raza del todo.


Afortunadamente, durante las décadas de 1950 y 1960, EEUU, Gran Bretaña y Suecia importaron gatos de Turquía para empezar programas de cría y desarrollar la raza Angora Turco. Así, en EEUU la raza Angora Turco fue reconocida a principios de los setenta; pero hasta 1978, la CFA solo aceptó la variedad blanca, la forma más reconocida.

El Angora actual fue desarrollado en Gran Bretaña por Maureen Silson, quien en la década de 1960 apareó un Abisinio rojo con un Siamés Seal Point (marrón oscuro). Los descendientes que heredaron el rasgo canela fueron llamados gatos Orientales Shorthair; y los que heredaron el gen para el pelo largo dieron lugar al Angora o Angora Británico. La raza no está emparentada con el Angora del siglo XIX (el gato Francés, el original Angora Turco), ni con el revitalizado Angora turco (Ankara Kedisi), ni con el Oriental Longhair (o Mandarin), de reciente creación.


El gato Oriental es una raza de gato originaria de Tailandia.

El gato Oriental Longhair es el resultado del producto accidental de cruzas entre el gato Balinés y el gato Oriental Sorthair ocurridas en la década de 1980. Los primeros gatos de esta variedad son referenciados en Inglaterra como gato de Angora y se diferenciaban de los persas por tener una cabeza angular, orejas más grandes y manto más largo y sedoso. Luego se lo llamó Angora Británico para diferenciarlo de la raza “Angora Turco”.


En Estados Unidos el Angora Británico es una de las últimas razas en ser aceptadas dentro de las razas del grupo Siamés-Oriental. En 1983 es reconocido por su nombre en TICA, y en 1995 es aceptado por CFA. En la FIFe es llamado Javanés; y Mandarín en otras asociaciones. Pero en algunas asociaciones de EEUU usan Javanés para algunos colores del Balinés, lo que aumenta la confusión. En el año 2002, la GCCF renombra al "Angora Británico" como es reconocido con su nombre actual Oriental Longhair, en Inglaterra.


Resumiendo, existe el Angora Turco original o gato Francés, existe el actual Angora Turco, llamado Ankara Kedesi, ejemplares blancos de ojos azules, ámbar o dispares, protegido en los zoos de Turquía; y existen dos o más razas o variantes de Angora Británico, la más actual llamada Oriental Longhair


En el laberinto de los gatos angora, la raza original aún puede hallarse en el Angora Turco, llamado Ankara Kedesi. Este gato de pelo largo de extraordinaria belleza sigue conservándose en el zoológico de Ankara (Turquía), donde se mantiene la raza.

jueves, 14 de noviembre de 2019

El arte gatuno de Susan Herbert



Para mi sorpresa, muy gratificante, encuentro en la web a Susan Herbert y múltiples obras de arte, copias, en las cuales los protagonistas son gatos. Resumo lo leído:

Susan Herbert nació en Hampton-in-Arden, Inglaterra, el 30 de septiembre de 1945 y falleció en 2014. Tuvo una formación autodidacta. En 1990, tras quince años de trabajo duro y de éxito limitado, Thames and Hudson publicó “Cats Gallery of Art”, que fue un fenómeno editorial. Ahora es la artista del gato, con nueve libros publicados.

En su último libro “Cats Galore”, que podría traducirse como Gatos a montones, continúa su afición por forzar descaradamente a los gatos a meterse en la historia del arte, cambiando las personas que aparecen en El nacimiento de Venus de Botticelli o Las meninas de Velázquez por… simpáticos gatitos.
Suena divertido, pero los resultados son a menudo y de forma aún más cómica, bastante buenos y muy serios. Susan Herbert apena altera su estilo recreando escenas de Vermeer y Manet, desdibujando las líneas entre el Barroco y el Impresionismo. Su devoción por la historia del arte felinamente modificada es impresionante.

Realizó más de 300 pinturas con gatos. Merece la pena visualizar su obra.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Halloween y los gatos negros



Los gatos negros son los que menos se adoptan en las protectoras de animales. Su falsa fama de mala suerte les ha colgado un estigma difícil de quitar. Pero en octubre algunas protectoras han notado un aumento del interés por estos animales; lo cual es, al menos, sospechoso.

Leo en un periódico digital que, al parecer, hay grupos satánicos que celebran la noche de Halloween sacrificando gatos y derramando su sangre; los cuales deben ser completamente blancos o negros, sin ninguna mancha de otro color en su pelaje y vírgenes, por lo que nunca son mayores de seis meses.



En EEUU son gatos negros y conejos blancos los sacrificados. Sea cual sea el país, la ignorancia y la superstición hacen que el gato negro sea muy común en los rituales, además de perros, corderos o gallinas.



Según el mismo artículo periodístico esto ha hecho que varias protectoras hayan anunciado que posponen las adopciones de gatos negros y blancos hasta después de Halloween. Asimismo, se avisa a las personas que tengan estas mascotas que los encierren en casa y los vigilen de cerca para que no los roben.

Sea una escalofriante realidad o un bulo, toda prevención es poca para evitar el maltrato animal. No obstante, si a pesar de todas las precauciones, se da un caso así y se halla al autor de alguno de estos sacrificios, este podría enfrentarse en España a un año y medio de prisión por maltrato animal.