Es agosto. Voy a pasar
15 días a casa de unos familiares. La mayor parte del tiempo Sofy lo pasa en
una amplia galería cubierta que linda con el comedor, en un rincón bajo una
mesa redonda o tumbada en el suelo.
Si entra
alguna mosca ya tiene entretenimiento durante un buen rato hasta cazarla.
A veces juega
con una pelota, pero poco tiempo.
Por la noche
prefiere acurrucarse bajo las camas, en lugar de dormir encima de ellas como
hacía mi anterior mascota Mysy.
Sofy en la galería cubierta. |
La noche
antes de volver, al acostarnos, se le ocurrió a mi hermano echar un vistazo
para localizar a Sofy. ¡Nada!. Como se
suele decir “revolvió Rusia y Prusia”, pero Sofy no apareció. Tomó una linterna
y rebuscó por los rincones, tras los muebles, …Nada!.
Finalmente,
de casualidad, la vio.
El escodite de Sofy |
Incómoda. Demasiado incómoda debía estar.
¿Por qué esconderse tanto?.
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