Hoy, 23 de
Marzo, hace un mes que Mincha está en mi casa. Creo que se ha adaptado bien, que ya
controla su territorio y tiene confianza, lejos de los miedos y temores
iniciales. Un gesto que corrobora lo dicho es el de seguirte a todos los sitios
y si estás dentro de una habitación, tumbarse en el umbral a la espera de que
salgas. Lo malo es que al salir, muchas veces no hace ninguna mención de
levantarse y tienes que saltar sobre ella para no pisarla.
Mincha echada en el umbral. |
Desde hoy, 24
de Marzo, Mincha ya no se llama Mincha. Se llama Sofy, abreviatura de Sofia. La
estaba buscando un nuevo nombre, porque Mincha no me terminaba de gustar. Barajaba
nombres como “Bigotes”, “Copo de Nieve”, “Piti”, “Tricolor”, “Misina”, … Pero
no encontraba el nombre perfecto. De pronto mi hermano la llamó Sofi, sin saber
que la estaba buscando un nombre definitivo. Me sonó muy bien, me gustó.
Sofy dormitando en su rincón del sofá. |
Sofy, para un gato, es más sonoro y apropiado que Mincha.
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