Compro un extensor para recoger cosas
del suelo sin tener que agacharme. Ya no tengo la espalda para estar
continuamente recogiendo cosas del suelo. Aunque no tuviera mascota lo habría
comprado igualmente. Recuerdo que con la anterior mascota, Mysyf, estaba todo
el día recogiendo pelotas y un sinfín de objetos que el gato perdía o dejaba tras cansarse de jugar.
Hoy he observado que se ha bebido un bol
de agua y comido casi tres bolees. ¡Eso está bien!. Lo mejor es que la última vez
que ha bebido agua delante de mí ha estado un buen rato, casi 30 segundos, y no
los 5 o 6 de otras veces. Y es que, teniendo algo de sed, es una eternidad lo que debe estar un gato sobre el bol de agua para llevarse al estómago la cantidad precisa, incontables veces de sacar la lengua, mojarla en agua y llevarse unas gotas a la boca.
Mincha jugando con una pipa. |
Había perdido los dos ratones de juguete
y los tres cacahuetes que la había arrojado. Los buscaba dando vueltas por todo
el comedor, sin éxito.
Yo estaba comiendo pipas y se me ocurrió
arrojarla una pipa al suelo, cerca de donde se encontraba. ¡Y comenzó el
espectáculo!. Golpeaba una y otra vez con sus zarpas delanteras la pipa y se le
llevaba por todo el comedor. Cuando, tras perderla, lograba encontrarla, se
alzaba sobre sus patas traseras y luego se dejaba caer mientras asentaba un
golpe a la indefensa pipa.
Me levanté y fui a buscar la cámara para
hacerla un video, pero a la vuelta ya se había cansado de jugar a “cazar
pipas”. ¡Otra vez será!.
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