Domingo, tercer día en su nuevo hogar. Ya ha comido un bol entero. La observo
mientras come: Al mínimo ruido deja de comer y sale al pasillo a ver. Para que
beba algo de agua la tengo que coger la cabecita y que su hocico roce el agua;
luego bebe algo y lo deja enseguida.
Un amigo viene a visitarla. A pesar de
no conocerle de nada pronto se acerca a él y se deja acariciar.
Le enseño el ratón de cuerda que la he
comprado. Tras un rato olisqueándolo decide darle una patada y al verlo moverse
corre tras él. Se pasa bastante tiempo jugando, hasta que lo pierde. Entonces
le lanzo otro ratón de juguete, más pequeño. ¡Lo mismo!, hasta que finalmente
lo pierde.
Mincha jugando con el ratón |
Tras cansarse de jugar, y aprovechando
que estaba recostada sobre mí, cojo el cortaúñas y la corto las 10 uñas
delanteras de un tirón. Las tenía ya como alfileres. Apenas se quejó, lo que me
quedó muy extrañado, pues el que la cortase las uñas era de lo que más odiaba
mi anterior mascota, Mysy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario