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martes, 6 de noviembre de 2012

La cuna de Sofy



En tiendas para mascotas venden cunas apropiadas para ellas. Las hay muy confortables y vistosas. Y lo ideal sería que la mascota durmiera en ella.
No sé de nadie que haya comprado o hecho una cuna para un perro casero.
Visitando algunos foros de Internet observo que el uso que hacen los gatos de una cuna es nulo o muy escaso. Tal vez cuando las gatas tienen gatitos, al servir la cuna de refugio seguro, pero en el resto de sus vidas…
A mi anterior mascota, Mysy, mi hermana la fabricó una cuna para que durmiera en ella en lugar de hacerlo en los sofás o en las camas. Resultó un fracaso. Sólo durmió en ella algunos días de verano, de mucho calor. La razón era que el fondo de la cuna era un cartón, que al parecer la refrescaba en los días más calurosos.
Sofy dormitando en su cuna.¡Qué raro!.

A mi actual mascota, Sofy, la compré una cuna como se ve en la foto. A los diez días de tenerla se acostó de forma voluntaria para mi sorpresa; pero antes de una hora la abandonó. Meses después mi hermana la metió en la cuna, no sin esfuerzo; y aguantó en ella un par de horas. En todo el tiempo restante sólo otra vez la he visto acostarse en la cuna, tras amasar múltiples veces el mullido del fondo.
Antes de venderla o regalarla, esperaré al próximo invierno, haber si con el frío Sofy la utiliza para sus frecuentes e interminables siestas.
Y es que los gatos prefieren dormir en las camas, a los pies de los dueños, en primera opción. En segunda opción prefieren un sofá individual, o en su defecto el lateral de un sofá múltiple. Si fallan las opciones anteriores se buscan una confortable silla, con mullido, para sestear. Y si falla todo lo anterior, o están aburridos, se tumban encima de una mesa, de un escáner, de una impresora o de un montón de papeles.
Lo que nunca van a hacer un  gato es dormir en el suelo, aunque sí sobre la alfombra de la habitación de los dueños. Ya he relatado que los primeros días Sofy dormía en el suelo, en un rincón de la habitación o tras el sofá del comedor. No me contradigo. Su comportamiento no era normal: Estaba asustada, expectante, llena de miedos, pasando el difícil trámite de adaptarse a un nuevo hogar. 

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