No es lo mismo alma que espíritu. Leo que el filósofo Aristóteles asignó a las plantas
un alma vegetativa, a los animales un alma sensitiva y a los hombres un alma
intelectiva (intelecto o razón) superior a los otros seres vivos.
Desde un punto de vista científico el
espíritu nos permite a los humanos tener un alto grado de autoconciencia,
intelecto y capacidad de reflexión. El espíritu está más separado de la materia
que otras facultades del alma, y es fruto de nuestra evolución como especie
animal.
Desde el punto de vista estrictamente ateo
el espíritu no existe y todas las facultades del alma radican en el cerebro,
llevando la teoría de la evolución de Darwin hasta el punto de pensar que en
algunos millones de años algún simio, perro, gato o delfín, tratarán de tú a tú
a la especie humana, si es que aún existimos como tal.
Pueden leerse artículos
al respecto en www.sindioses.org
Desde un punto de vista religioso la
perfección del hombre está en desarrollarse plenamente como un ser hecho
de cuerpo, alma y espíritu. Es decir, el espíritu es inmaterial porque no es
sólo una facultad del alma que se liga directamente a un órgano corporal.
Cuerpo y alma fallecen, pero el espíritu transciende a la muerte, es eterno.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que, al
margen de ciertas sectas o religiones que ya lo tienen asumido, reconozcamos
también de forma generalizada la transcendencia de los animales no humanos?.
Tal vez nunca lo hagamos.
Leo que alrededor del año 200, San Ireneo, obispo de Lyon, sostenía que
los animales resucitarán junto a los justos y vivirán en paz sin devorarse unos
a los otros. Tertuliano
no lo admitía. Orígenes y San Ambrosio sí. En el siglo XIII, San Agustín zanjó el asunto negando la inmortalidad del alma a
los animales, afirmando que la única alma inmortal era el “alma pensante”.
Algunas noticias apuntan que
se puede abrir un debate en la Iglesia Católica, como la aparecida en 1990 en
el periódico elpais., titulada "Estupor en Italia por la afirmación del Papa de que los animales tienen alma".
Francisco Giner
de los Ríos tiene un trabajo titulado El alma de los animales, donde se
exponen todas las referencias, precedentes y consiguientes que interesan a tal
problema. Puede leerse aquí: ellibrototal
Reconocer que los animales tienen un
espíritu que transciende a la muerte, parece en principio una insensatez, algo
que se debería relegar a la esfera privada de cada persona.
No creo que en dicho reconocimiento nos
frene el orgullo de ser una especie superior a las demás. No nos hace falta un
espíritu inmortal para ello, pues poseemos la Razón, el “alma pensante”.
Pienso que no reconocemos el espíritu inmortal animal
porque en el fondo no creemos en nuestra propia transcendencia. Si los humanos
no tenemos un espíritu inmortal... ¿Cómo lo van a tener las demás especies de
animales?.
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