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miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Son inmortales los gatos?




No es lo mismo alma que  espíritu. Leo que el filósofo Aristóteles asignó a las plantas un alma vegetativa, a los animales un alma sensitiva y a los hombres un alma intelectiva (intelecto o razón) superior a los otros seres vivos.

Desde un punto de vista científico el espíritu nos permite a los humanos tener un alto grado de autoconciencia, intelecto y capacidad de reflexión. El espíritu está más separado de la materia que otras facultades del alma, y es fruto de nuestra evolución como especie animal.

Desde el punto de vista estrictamente ateo el espíritu no existe y todas las facultades del alma radican en el cerebro, llevando la teoría de la evolución de Darwin hasta el punto de pensar que en algunos millones de años algún simio, perro, gato o delfín, tratarán de tú a tú a la especie humana, si es que aún existimos como tal. 
Pueden leerse artículos al respecto en  www.sindioses.org

Desde un punto de vista religioso la perfección del hombre está en desarrollarse  plenamente como un ser hecho de cuerpo, alma y espíritu. Es decir, el espíritu es inmaterial porque no es sólo una facultad del alma que se liga directamente a un órgano corporal. Cuerpo y alma fallecen, pero el espíritu transciende a la muerte, es eterno.

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que, al margen de ciertas sectas o religiones que ya lo tienen asumido, reconozcamos también de forma generalizada la transcendencia de los animales no humanos?.
Tal vez nunca lo hagamos.

Leo que alrededor del año 200, San Ireneo, obispo de Lyon, sostenía que los animales resucitarán junto a los justos y vivirán en paz sin devorarse unos a los otros. Tertuliano no lo admitía. Orígenes y San Ambrosio sí. En el siglo XIII, San Agustín zanjó el asunto negando la inmortalidad del alma a los animales, afirmando que la única alma inmortal era el “alma pensante”. 
En la actualidad se mantiene esa creencia según puede leerse en www.cienciayfe. 

Algunas noticias apuntan que se puede abrir un debate en la Iglesia Católica, como la aparecida en 1990 en el periódico elpais., titulada "Estupor en Italia por la afirmación del Papa de que los animales tienen alma".

Francisco Giner de los Ríos tiene un trabajo titulado El alma de los animales, donde se exponen todas las referencias, precedentes y consiguientes que interesan a tal problema. Puede leerse aquí:  ellibrototal

Reconocer que los animales tienen un espíritu que transciende a la muerte, parece en principio una insensatez, algo que se debería relegar a la esfera privada de cada persona.
No creo que en dicho reconocimiento nos frene el orgullo de ser una especie superior a las demás. No nos hace falta un espíritu inmortal para ello, pues poseemos la Razón, el “alma pensante”.

Pienso que no reconocemos el espíritu inmortal animal porque en el fondo no creemos en nuestra propia transcendencia. Si los humanos no tenemos un espíritu inmortal... ¿Cómo lo van a tener las demás especies de animales?.

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