Sofy lleva
cuatro días sin picores, y por tanto sin morderse al asearse. Pero hoy hay que
volverla a llevar al “vete”. En cuanto ve la jaula transportín corre a
esconderse. Mi hermano tarda en dar con ella. Se ha escondido muy bien. No
quiere volver al veterinario.
Al llegar a la
clínica no había nadie esperando. Tampoco estaba la “vete” que nos había
atendido la última vez. La pesan: “Cuatro kilos”.
Lo tenían
claro. Era alopecia, alergia a alguna sustancia.
Me recomendaron
un tratamiento con
antialergénicos, con receta médica y a
comprar en una farmacia ordinaria: Urbosón 40 mgr y Ciclosporina 25 mg.
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Sofy en una frecuente postura. ¿No estará incómoda? |
Al llegar a
casa la bañamos. Para mi sorpresa se dejó mojar, se dejó poner el champú e
incluso pareció no importarla gran cosa. Eso sí, no los 10 minutos que nos
recomendaron en la clínica, pero sí casi cuatro. Los tres “vetes” que nos
atendieron a la vez nos recomendaron bañarla cada dos días, para así ayudar a eliminar
de su piel la sustancia a la que tiene alergia.
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