Hoy, 23 de Febrero,
hace un año que Sofy vive en mi casa.
Algún
tiempo después a su hermana la adoptó un matrimonio alemán.
El
supuesto estrés no se la termina de curar.
Se
sigue lamiendo en exceso al acicalarse, sobre todo las patas.
Ya no
se muerde la pata delantera derecha. Pero sigue mordiéndose la izquierda, y ha
empezado a morderse la pata trasera derecha.
Hay
días que la tengo que poner dos vendajes en las patas, tras aplicarla un poco de pomada. Pero eso es mejor que atiborrarla de fármacos.
Los brillantes y fantasmales ojos de Sofy. |
No
concilia bien el sueño, no puedo pillarla nunca dormida profundamente.
Sigue
siendo muy escurridiza, pues aguanta muy poco si la coges en brazos.
Sigue
odiando que la corten las uñas.
Pero nunca muerde ni araña a nadie, sea conocido o desconocido.
Si
estoy sentado en el sofá, se acerca varias veces a mí y se tumba a mi lado, reclinando la cabeza sobre mi
pierna izquierda.
Se deja
acariciar, pero si la coges en brazos te rehúye la mirada.
Nunca
te mira a los ojos.
Si
quiere jugar, salta al suelo, busca algún objeto menudo y lo golpea mientras
corre tras él.
Si
juegas con ella, te acepta. Pero nunca te lo pide.
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