En las
entradas tituladas “Signos del estado anímico del gato”, “Abogado de animales”,
“Derechos animales [leyes contra el maltrato animal, habeas corpus]”
y “La sensibilidad
en los gatos”, ya traté el tema de los sentimientos en algunos animales, sin
mencionar la palabra consciencia (que no conciencia).
Ahora me
topo con la palabra consciencia, busco información, leo, releo y resumo, bajo
la premisa de que nuestras mascotas no actúan sólo por instinto, sino que también
son conscientes del entorno en que viven, se alegran al vernos o al
jugar con ellas, se ponen tristes al abandonarlas o rechazarlas, se lamentan o
se esconden cuando sienten algún dolor.
En los
seres humanos.
Los seres
humanos tenemos consciencia y conciencia.
“Las
personas somos algo más que células, músculos, huesos y una piel que nos
envuelve. Tenemos consciencia y conciencia, dos dimensiones que nos dotan de
humanidad. Saber diferenciarlas nos ayudará a comprendernos mucho mejor”.
“No es lo mismo decir
“tengo la conciencia tranquila” que “estar consciente tras recibir un golpe”.

“La
consciencia te permite formar parte de tu realidad, percibir cada matiz,
estímulo y proceso interno. La conciencia, por su parte, nos permite
comportarnos de manera moral y socialmente aceptable”.
O también: “La
consciencia es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y
reconocerse en ella, mientras que la conciencia es el conocimiento moral de lo
que está bien y lo que está mal”.
En los
animales.
Los animales
no tienen conciencia, pero algunos sí consciencia.
Los
animales, no todos, tienen sentimientos (alegría, tristeza, dolor). Cuando
decimos que los animales sólo se mueven por instinto (nacer, comer,
reproducirse y morir), estamos omitiendo los sentimientos, la consciencia, lo
que es cierto en algunos (peces, insectos, etc), pero no en otros (perros,
gatos, etc).
Nuestras mascotas son conscientes del entorno en que viven, vemos cómo se alegran al vernos o al jugar con ellas, cómo se ponen tristes cuando las abandonamos o las rechazamos, cómo se lamentan (los perros) o se esconden (los gatos) cuando sienten algún dolor. Tienen consciencia, aunque no distingan el bien del mal, aunque no tengan conciencia.

"La
neurociencia tiene pruebas de que todos los animales mamíferos, las aves y algunas
otras especies son conscientes de su propio sufrimiento [o gozo]”.
En 2012 la Declaración
de Cambridge ya puso sobre la mesa este asunto con pruebas innegables: “Los
circuitos neuronales que se activan mientras un animal siente una emoción son
los mismos que se activan en humanos para la misma emoción”. “Reconocidos
neurólogos de todo el mundo avalan este estudio y coinciden en que los animales
experimentan consciencia de su propio sufrimiento [o gozo]”.

“Una
cantidad significativa de animales son seres conscientes, seres sensibles, es
decir, experimentan lo que les sucede y tienen estados mentales que pueden ser
positivos o negativos para ellos”. “El estudio contempla diferentes especies,
entre primates, córvidos, roedores y rumiantes, animales con memoria
autobiográfica”.
Si, además
de tener consciencia, algunos animales están domesticados (perros, caballos) o
auto domesticados (gatos), como lo están nuestras mascotas, éstos se convierten
en nuestros mejores compañeros de existencia.
En las plantas
Las plantas
no tienen ni consciencia ni conciencia.
Las plantas
tienen “sentidos”, pero no sentimientos.
Sufrir según
la RAE es "Sentir físicamente un daño, un dolor, una enfermedad o un
castigo". Por tanto, "podemos decir que las plantas
"sufren" si nos referimos a que son capaces de detectar y responder a
estímulos negativos, daños o heridas".
"Sin
embargo, si entendemos "sufrimiento" desde nuestro punto de vista
animal, hay que recordar que las plantas carecen de ningún tipo de sistema
nervioso y es incorrecto que posean una capacidad sensorial con la que
sentirnos identificados". "Las plantas tienen sentidos, pero no
sentimientos”.

“En
cuanto a los sentidos, aunque son muy diferentes a los de los animales, las
plantas son capaces, a su manera, "de ver, tocar, oír y percibir cambios
físicos y químicos". "Las plantas sufren estrés ante condiciones
adversas; otra cosa es que tengan sentimientos y puedan sufrir como los
humanos".
***
Algunos
enlaces de interés a fuentes del presente resumen:
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