La periodista Zorayda
Coello tiene escritos varios artículos sobre lo raro y extraño que es el
comportamiento de los gatos. Voy a contrastar sus afirmaciones con mis dos
mascotas, Mysy, ya fallecida, y Sofy, la actual. A modo de test, y bajo la
premisa de que mis dos mascotas no tienen porqué ser las excepciones a unas
reglas o comportamientos gatunos.
1. Frotarse contra tus piernas
Afirma que existen varias razones: Está feliz de verte; y
que te marca como un miembro más de su grupo social. Mysy sólo tenía esa
actitud con mi hermana, mientras Sofy no la tiene conmigo ni con nadie.
2. Dormir sobre el lavabo
Afirma que el lavabo es un lugar pequeño, por lo que
algunos gatos pueden relacionarlo con una madriguera donde estarán seguros,
cosa que les gusta.
Tanto a Mysy como ahora a Sofy, les encantaba dormitar sobre el lavabo.
3. Ataques de locura
Afirma que existen dos motivos principales: Mucha energía
acumulada y está aburrido; y por una infestación por parásitos externos. Tanto
Mysy como Sofy tienen explosivos ataques de locura diariamente, durante
unos segundos.
4. Morder tela
Afirma que algunos felinos disfrutan al morder y succionar
prendas de tela, sobre todo cuando estas son de lana. Tanto a Mysy como a
Sofy les gustaba arañar y morder prendas, como bufandas o calcetines, pero sólo
jugando.
5. Lamer el cabello humano
Afirma que muchos felinos disfrutan al darle unos buenos
lametazos al cabello de sus amos, como acicalándoles. Tanto a Mysy como a
Sofy nunca les dio por lamerme el cabello.
6. Morder las plantas
Afirma que muchos amos de gatos se quejan de que sus amigos
peludos mordisquean y destruyen sus plantas, pues tienen la necesidad de
ingerir alimentos de origen vegetal de forma puntual. Tanto Mysy como Sofy siempre
han dispuesto periódicamente de una planta de hierba natural para que se
expurgasen y evitaran bolas de pelo en el estómago.
7. Rascar fuera del arenero
Afirma que, si un gato rasca el suelo fuera de su arenero
en lugar de tapar sus heces, está tratando de decirte que limpies la arena o
que no les gusta el sustrato. Mysy nunca me lo hizo, pero Sofy lo hace de
vez en cuando, siendo el sustrato de arena el mismo y la frecuencia de limpieza
la misma.
8. Morderse a sí mismo
Afirma que, si tu gato muerde cualquier parte de su cuerpo
de forma reiterada, debes estar alerta; pues puede ser un signo de que tiene
parásitos externos, o de que están estresados. A Mysy nunca la dio
por morderse, aunque se acicalaba mucho tiempo al día; mientras que Sofy llega
incluso a hacerse heridas, aparentemente por estrés según su veterinaria.
9. Arrastrar el trasero
Afirma que no es normal que los gatos arrastren el trasero
por el suelo, así que cuando lo hacen significa que algo malo sucede, como tener
parásitos intestinales o una inflamación de las glándulas anales. Sofy nunca ha tenido
ese extraño comportamiento, mientras que Mysy sólo lo tuvo unos días antes de
fallecer tras vivir 20 años, 5 meses y 6 días, de fallo renal.
10. Beber del grifo
Afirma que a muchos gatos les llama la atención el agua
corriendo, pues les da la sensación de que se encuentra más fresca. Tanto Mysy como Sofy siempre
han preferido beber del grifo. Tal vez un día de estos adquiera una fuente para
gatos, temiendo que Sofy la rechace como hizo con la cuna o el juguete-túnel.
11. Frotan su cabeza contigo
Afirma que no es una muestra de afecto, que está tratando
de dejar su olor en ti. Confía en ti, te quiere, pero ahora eres de su
propiedad.
Tanto Mysy como Sofy nunca han mostrado ese comportamiento conmigo.
12. Saltan muchísimo
Afirma que, si tu gato no sale de casa, es perfectamente
normal que drene su energía a través de estos saltos inesperados. ¡Son
auténticos atletas!
Mysy saltaba y corría más veces al día y durante más tiempo que Sofy. Mysy,
hasta los 14 años, radiaba fuerza y energía. Sofy, con 7 años, se cansa
enseguida de jugar con la pelota o el trozo de tela y se tumba a descansar o
dormitar.
13. Traen animales muertos
Afirma que tu gato trae un pájaro o un ratón muerto y lo
deja a tus pies, pues quiere compartir contigo su presa al verte como parte de
su familia.
Eso sé que es verdad por el gato, de pueblo, de un compañero de trabajo. Pero
Mysy sólo cazó un ratón y una cucaracha en toda su larga vida, limitándose a
matarlos. Sofy, desde que está conmigo, nada, salvo alguna que otra mosca.
14. Te miran profundamente
Afirma que te miran profundamente, quizás para llamar tu
atención de una forma muy intensa para pedirte comida o atención. Eso no es verdad, pues
en general un gato rehúye la mirada directa al tomarla como una amenaza. Mysy
no mantenía su mirada en mí más allá de unos segundos. Sofy, nada.
15. Huelen tu cara
Afirma que los gatos son curiosos por naturaleza, quieren
saber cómo hueles hoy, qué has comido o de dónde vienes. Es una gran verdad. Tanto
Mysy antes como Sofy ahora, no dejan de olisquearte al retornar a casa.
16. Descansan en lugares muy extraños
Afirma que para ellos es más interesante dormir sobre el
teclado de tu PC, cerca de ti, que sobre una deliciosa y acolchada cama, por
muy incómodo o frío que pueda ser. Sorprendentemente así me ha pasado muchas
veces, tanto antes con Mysy como ahora con Sofy: Encima de libros, de
grapadoras, etc.
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Sofy, dormitando ¿incómoda? en mi escritorio. |
17. Su lugar favorito: tu pecho
Afirma que los gatos sienten predilección por reposar sobre
el pecho de su humano, pues es el lugar donde se pueden sentir más seguros y
protegidos. Mysy
no cogió esa costumbre hasta los 16 ó 17 años, cuando se veía vieja y cansada.
Sofy, a los 7 años, ha empezado, pero de forma intermitente.
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Mysy, dormitando sobre mi pecho. |
18. Adoran amasar
Afirma que es muy común ver a los gatos amasando cualquier
cosa, desde un humano hasta un cojín; viniendo esta conducta de cuando estimulaban
las mamas de su madre para seguir produciendo leche. Tanto Mysy antes como
Sofy ahora, amasan de vez en cuando el tejido sobre el que van a echarse un
sueño (jersey, edredón, colcha, cojín, cazadora, etc).
19. Pelean con tus pies
Afirma que a los felinos les llama mucho la atención el
movimiento de nuestros pies, que tratan de atacarlos de forma alocada y con
algún mordisco travieso. Eso jamás lo he conocido, ni antes con Mysy, ni ahora con
Sofy. Con Mysy sí hubo una larga etapa de jugar con los dedos de las manos como
si fueran presas. Con Sofy, también con las manos, aunque con escasa frecuencia.
20. Castañean los dientes cuando ven pájaros
Afirma que cuando ven pájaros a través de la ventana hacen
sonidos extraños con los dientes y mueven la cola de forma activa. Mover la cola en dicha
circunstancia, sí, lo he visto muchas veces. Pero hacer algún sonido con los
dientes no lo he conocido, ni con Mysy ni con Sofy.
Mi opinión: Está claro
que no se puede generalizar al hablar de mascotas, como gatos o perros. Si habláramos
de felinos salvajes su comportamiento sería más previsible y homogéneo, más
marcado y determinado por los genes y el instinto. Pero al hablar de gatos
domésticos el tipo de raza crea ya unas diferencias en su comportamiento,
diferencias que se ven notablemente aumentadas por haber tenido la etapa de socialización con humanos,
así como el modo en que ésta se ha desarrollado.
Sofy es muy diferente a
como era Mysy; y posiblemente esas diferencias de comportamiento superen a las
igualdades. Tal vez, aunque sea algo arriesgado decirlo, no haya dos gatos
iguales; como no hay dos humanos iguales.
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