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viernes, 21 de diciembre de 2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Mysy y Sofy ante extraños



Hace veinte años en la comunidad de vecinos había muchos niños. De vez en cuando algún vecinito entraba en casa para ver a mi anterior mascota, Mysy, y si se dejaba, acariciarla, lo cual ocurría de forma muy extraordinaria. Mysy huía de todos los adultos, tras bufarles primero. Sin embargo se acercaba a los niños, les olía y permanecía a corta distancia de ellos; pero eso sí, era muy raro que se dejase tocar o acariciar.
Con el tiempo aprendí a saber, con un 90% de seguridad, cuándo Mysy podía ser acariciada por un “intruso” sin que buzara o enseñara las uñas y los dientes. También debo añadir que con Mysy se cumplía lo de “perro ladrador, poco mordedor”; pero, por si acaso, tenía buen cuidado para que no arañara a nadie al verse importunada por la presencia de extraños.

Mysy enseñando los colmillos
Sofy es muy diferente en este sentido como ya he dicho en más de una ocasión. No bufa a nadie, ni enseña las uñas o los dientes. Al contrario, se esconde y tarda tiempo en aparecer de nuevo. Se deja coger y acariciar por todo el mundo, aunque sea sólo un ratito.
Se podría decir que no defiende su territorio, al contrario de la mayoría de los felinos. Y eso me hace pensar que al no tener una plena identidad con su territorio, dicha carencia la demuestre con el estrés que al parecer padece.
Es decir, lo de “no hay mal que por bien no venga” se podría aplicar en este caso a Sofy, pero al revés.



viernes, 14 de diciembre de 2012

Sofy se recupera



A los tres días del nuevo tratamiento Sofy parece recuperarse. La medicina nueva no la produce ese letargo de antes. Está más viva, juega más, salta de vez en cuando sin que la motive la caza de alguna mosca.
Sigue aseándose, lamiéndose, casi con la misma frecuencia de siempre, pero muy raramente se muerde en las patas; y cuando lo hace enseguida para por sí misma.
A los doce días la vuelvo a llevar al veterinario. Un perro se nos ha adelantado, al que le hicieron hasta una ecografía. Casi hora y media de espera.
La veterinaria encuentra mejor a Sofy. Otra inyección de corticoides, esta vez con una dosis menor que la anterior, y con la esperanza de que sea la última que necesite. La ayudante pincha mal la aguja. Ha debido tocar el hueso. Sofy se queja. Tras un rato de espera, la vuelve a pinchar en el otro lado.
De regreso a casa nos metimos en un bar a tomar un café, nos sentamos al lado de la ventana y orienté la jaula de modo que Sofy pudiera estar un buen rato contemplando la calle de cerca, viendo el transitar de coches y personas.
Es noviembre. Hace bastante frío. Espero que el frío ayude a que Sofy se restablezca lo antes posible.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Sofy juega sola

Una pelota, un cacahuete, una nuez, un simple emboltorio o un broche de plástico, sirve a la perfección para que un gato esté un buen rato jugando solo.
Aquí os dejo un video de minuto y medio en el que Sofy juega con un broche de plástico haciendo todo tipo de contorsiones. Espero que os guste, aunque la calidad deje algo de desear.